¿Qué por qué llegué tarde?



¿Qué por qué llegué tarde?


No sé si mi jefe me crea, claro que con 4 años de conocerme ya ha de saber que tengo más de despistada y propensa a caer en situaciones difíciles, que de mentirosa!!


Lo que no se imagina es cómo 5 minutos de retraso al salir de casa, se pueden convertir en unos 60 minutos de retraso en llegar a la oficina. Solo salí tarde 5 minuticos, 300 segundos que mis compañeras de ruta no esperaron, razón por la cual tuve que esperar que un piadoso colectivo parara y me llevara…. Los que pasaban solo restregaban sus llantas contra huecos, haciendo que los charcos se confabularan con la lluvia para mojar aún más mi ropa… ufff… lluvia cruel!


Después de unos 15 minutos de espera, me encontré con mi vecina, quien, con su niña en brazos trataba de tomar un taxi… Mi sentido de responsabilidad para llegar a la oficina se dejó tumbar por la pañalera, el bolso, la sombrilla (cerrada) y la bebé de mi vecina, las cuales terminé cargando para que ella pudiese correr de esquina a esquina, parando, más con su menudo cuerpo que con el brazo, un carro que la pudiese llevar. No sé cuánto tiempo pasó; para mis brazos (poco  y nada acostumbrados a ejercicios ni a levantar la más mínima carga) que temblaban y sentían desprenderse de los hombros con los 13 kilos de peso que sostenían, una eternidad.


Que escena tan sombría: la lluvia, la mamá corriendo, casi llorando sin obtener resultados, yo metida debajo de unas tejas para resguardar a la bebé de la lluvia, el peinado que me había costado los 5 minutos de retraso ya estaba destruido, ya no importaba!, y bueno dicen que siempre hay ángeles alrededor! Un testigo de la escena se apiadó, sacó su carro y se ofreció llevar a la vecina y a su bebé. La vecina me subió al carro y me dejaron en una avenida de fácil acceso.. 


Un colectivo me recogió y por fin sentadita, calientita, sin peso a cuestas,  respiré tranquila, tranquilidad que duró hasta que vi que el reloj marcaba las 7:35am (hora de entrada: 7:00am…plop!) Sin embargo tenía en mis manos el maravilloso aparato que vive en paralelo a mi mundo: mi Blackberry, así que le escribí a un compañero para q me excusara con mi jefe; ahora, como soy multitarea, también empecé a chatear con un amigo, risas van, risas vienen, preguntas, respuestas, emoticons, fotos, …y..upss: de pronto levanté mi  zombie cabeza y me di cuenta que me había pasado de mi parada!


Salté de la silla e hice el pare lo más pronto, eso sí tratando de disimular para que los demás ocupantes no notaran tanto (de hecho lo notaron)  mi olvido y no pensaran que esas risitas con el frío aparatejo me habían vuelto tan retraída como para no darme cuenta ni por donde iba.


Ya en ese punto, no sabes si reírte, llorar, saltar en un charco o coger una  piedra y aventarla con todas tus fuerzas….Yo me reí y resignada busqué un taxi que me llevara, el cual, me dejó en la puerta de la oficina a las 8:03am… vaya que me rindió!


Así que jefe, me creería que llegué tarde por tratar de hacerme un peinado que evidentemente no está en mi cabeza?

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